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El Estado francés se convertirá en el primer accionista del grupo
AMDPress.- El consejero delegado del grupo Alstom, Patrick Kron, avanzó ayer en París, durante la presentación de los resultados anuales de la compañía, las líneas directrices del “plan de rescate” diseñado por el Gobierno francés para salvar al grupo, que todavía depende de la luz verde de la CE y del visto bueno de los acreedores —una treintena de bancos franceses e internacionales—.
En primer lugar, se pretenden reforzar los fondos propios del grupo, hoy reducidos a la mitad de su deuda, de 1.800 a 2.500 millones, mediante un aumento de capital comprendido entre 1.500 y 2.200 millones de euros, según informa en su edición de hoy “Cinco Días”. Además, se convertirán en capital 300 millones de títulos suscritos por el Estado el pasado año, que podrían aumentar hasta 500 millones.
De esta forma, el Estado francés se convertirá en el primer accionista del grupo, si bien su participación no podrá superar el 31,5%, según las condiciones impuestas por Bruselas. El aumento de capital se someterá a la aprobación de la Junta de Accionistas, prevista para el 9 de julio.
La contrapartida del acuerdo será la cesión de activos, equivalente a 1.500 millones de euros de la facturación del grupo, y obligará a la reducción de un 10% de su dimensión. La mitad de estas cesiones corresponde a la actividad de locomotoras de transporte de mercancías de Valencia (100 millones), de transporte en Australia y en Nueva Zelanda (200 millones) y de calderas industriales (450 millones).
Los 400 trabajadores que integran la plantilla de Alstom en la localidad valenciana de Albuixech pararon ayer durante dos horas en señal de protesta por el método empleado por la empresa para comunicarles que están en venta. “Nos han enviado una simple circular en inglés y en francés”, afirmó a “Cinco Días” el presidente del Comité de Empresa, David Verdoy, que lamentó el hecho de que la venta de la factoría valenciana haya servido de “moneda de cambio” en Bruselas, “cuando es una planta con dos años de carga de trabajo”.
La reestructuración contempla también un plan social que prevé alrededor de 8.500 despidos, frente a los 7.000 que estaban previstos inicialmente, en diversos países. La mitad de ellos ya abandonó el grupo el pasado 31 de marzo, según explicó Kron.