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CT pone en marcha el proyecto de I+D Kairos que pretende investigar las tecnologías emergentes (nuevos materiales compuestos, procesos de fabricación, visión artificial, IoT, IA y gemelo digital) para alcanzar una solución tecnológica para la fabricación inteligente y automatizada 4.0 de grandes piezas navales de materiales compuestos.
El proyecto, con una duración de 4 años y un presupuesto de 6,3 millones de euros, se enmarca en el Programa Estratégico de Consorcios de Investigación Empresarial Nacional (CIEN) 2021 del CDTI. El consorcio está formado por empresas multidisciplinares y multisectoriales como CT, Izertis, Segula, Sofitec, SP Consultores, Cramix y Global Nabuurs, y varios centros de investigación reconocidos como Gaiker, ITCL (Instituto Tecnológico de Castilla y León), Air (Fundación Instituto Internacional de Investigación en Inteligencia Artificial), CATEC (Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales) y UCCA (Universidad de Cádiz).
Como resultado de la automatización del proyecto, se espera obtener un avance tecnológico importante en cuanto a la monitorización y control inteligente del proceso de infusión de piezas de composite de grandes dimensiones. Para cumplir los objetivos, el equipo de CT trabajará en las tareas de modelado, simulación de procesos y monitorización estructural de composite, además de garantizar la colaboración eficiente de las entidades.
José Antonio Vicente, Project Manager de CT, ha destacado: “La modernización del sector naval tiene aún varios retos pendientes, como la integración de tecnologías punteras en la industrialización, lo que entendemos por Astillero 4.0, y el uso de materiales compuestos que conseguirían una reducción de peso del 30-40% frente a las estructuras de acero. Usar piezas navales de composites tiene numerosas ventajas: sus prestaciones mecánicas son iguales o mejores que las de los componentes actuales, además de contar con protección contra el fuego y la corrosión, y el coste del ciclo completo de suministro (diseño, materiales, mano de obra, control de calidad y defectos) es un 40-50% menor frente a las tecnologías actuales”.