Revista
La producción de gas, electricidad y agua es lo que más contamina en la UE
AMDPress.- La evolución económica de la Unión Europea (UE) ha traído consigo un incremento de la contaminación atmosférica con la emisión, principalmente, de gases de efecto invernadero. Según los últimos datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), el origen de la polución en cada país puede ser diferente. Así, en España la industria manufacturera fue la principal responsable del CO2 registrado entre 1995 y 2001, mientras que en la entonces UE de los Quince fue la producción y distribución del gas, de la electricidad y del agua. Los sectores "más limpios" fueron, por este orden, la agricultura, la caza y la pesca, los servicios generales -como la gestión de desechos y aguas residuales-, las comunicaciones y los transportes.
Según el informe de Eurostat, el progreso económico ha provocado un progresivo aumento de la contaminación medioambiental en la Unión Europea, hasta el punto de que, en el año 2000, el 77% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) provenían de actividades económicas. En concreto, si no se tiene en cuenta la contaminación originada (23% del total) por las calefacciones, en esa fecha había cuatro sectores principales que emitían en la UE-15 el 90% del CO2 observado. Así, la producción y la distribución de gas, electricidad y agua originaban el 38% de la polución total, por delante de la emitida por la industria manufacturera, que representó un tercio del total de las emisiones.
En la media de la UE, los sectores de los transportes y las comunicaciones provocaron un 13% y un 10% de la contaminación total, respectivamente. La agricultura, la caza y la pesca y la silvicultura cerraron la lista de los contaminadores que, junto con las actividades relacionadas con la construcción y las industrias extractivas, produjeron menos del 8% de la polución global.
En los datos publicados por Eurostat, el cálculo por países no resulta idéntico a las medias comunitarias. Es el caso de España, Finlandia, Austria y Portugal, donde la contaminación derivada de la producción y la distribución del gas, la electricidad y el agua fue menor que la originada por la industria manufacturera, responsable de cerca del 40% del CO2 registrado. Por detrás, se situaron Francia, Bélgica, Suecia y Luxemburgo, cuyos niveles contaminantes del sector gasístico, acuífero y eléctrico fueron los menores de los antiguos Quince socios que formaban la UE.
Los niveles pueden explicarse por el uso de la energía nuclear en los tres primeros casos (41% en Francia, 31% en Suecia y 22% en Luxemburgo) y por la dimensión del uso de la energía renovable en Austria (23% del consumo interior). En referencia a este último sector, las mayores tasas contaminantes de los Estados miembros fueron registradas, entre 1995 y 2001, en Grecia (con un nivel superior al 60% de los gases emitidos), Alemania (cerca del 55%), Italia (50%) e Irlanda (45%).
En un nivel más bajo de contaminación aparece el sector de los transportes y de las comunicaciones, que supuso, de media, la tercera fuente de emisiones de CO2 en la UE en el año 2000. En aquel entonces, la contaminación provocada por este sector en ocho de los Quince Estados miembros superaba la media comunitaria, estimada en un 13%. Ahora bien, Eurostat afirma que si se analizan los diferentes medios de transporte no se obtienen las mismas marcas, ya que la mitad del CO2 provocado por los transportes proviene de los terrestres, mientras que el aéreo y marítimo suponen una menor polución. Aún menor es la provocada por el sector de los servicios generales, en el que se incluye la gestión de desechos y el trato de las aguas residuales. A éste le siguen el de la agricultura y el de la pesca y caza, que se sitúa a la cola de los contaminantes con un nivel de polución inferior al 5% del total.