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Según la Autoridad Portuaria de Valencia, se han cancelado las obras cuyo inicio estaba previsto para Agosto
La crisis afecta a todos los sectores, ya sea mediante despidos, cierre de empresas o bien paralización de grandes infraestructuras. Este ha sido el caso del grupo Ros Casares, dedicado al servicio y distribución de productos siderúrgicos.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Rafael Aznar, admitió esta semana que la recesión ha obligado a cancelar las obras de lo que fue presentado como un complejo de recepción de acero, fabricación de chapa y posterior distribución de estos productos en Sagunto: el proyecto Brava, que supone en su conjunto una inversión cercana a los 600 millones de euros, repartidos principalmente entre la gran fábrica instalada en Parc Sagunt y las obras de construcción y adecuación de la Terminal Polivalente Portuaria de la localidad (TPPS).
Las obras deberían iniciarse en agosto para, tras catorce meses, dar servicio a todo el complejo industrial que se construiría en Parc Sagunt. Sin embargo, como también está paralizada la construcción de la fabricación de la zona industrial, el Grupo Ros Casares está iniciando las negociaciones para tratar de instalar el complejo en el País Vasco.
Por su parte, la APV no quiere perder el proyecto, con lo que ha ampliado la concesión de construcción a la TPPS argumentando que entiende que, a causa de las “circunstancias especiales” de la economía, es necesario “apoyar” al sector en “momentos complicados”.
De esta manera, la recesión bloquea una iniciativa que hubiera creado 400 empleos directos (275 puestos sólo en la planta de fabricación) y otros cientos de indirectos. Hasta el momento, nadie se ha aventurado a dar nuevos plazos.