Revista
El 85% del peso del vehículo debe ser reciclable y reutilizable
El 1 de enero de 2015 marcó el inicio de la entrada en vigor del siguiente nivel de cumplimiento de las cuotas de reutilización, reciclado y valorización de los vehículos fuera de uso (VFU) previsto en la legislación vigente.
La Directiva VFU 2000/53/CE (traspuesta en España por el Real Decreto 1383/2002) establece que un 85% del peso medio por vehículo y año de la totalidad de los VFU que se generen debe ser reciclable y reutilizable y el 95% debe ser valorizable. Dentro de este 95 %, el 85 % debe ser reciclado o reutilizado y el 10 % adicional puede alcanzarse en la valorización energética de residuos no reciclables. Ésta es una novedad respecto a lo establecido en la anterior legislación.
Para poder conseguir los objetivos de 2015, aún queda un camino por recorrer y resulta necesario implantar mejoras tecnológicas que permitan automatizar y aumentar los rendimientos de los procesos que ya hay actualmente.
Actualmente existen en España casi 1000 centros autorizados de tratamiento (CATs) y 519 de ellos han cerrado acuerdos con fabricantes de vehículos, 31 plantas fragmentadoras y 10 plantas de postfragmentación.
La Directiva VFU afecta a todos los operadores de estas fragmentadoras, así como a los centros autorizados de tratamiento, donde se lleva a cabo la descontaminación y posterior desguace de los vehículos, tanto de los que han sido dados como siniestro total como de los que han alcanzado el final de su vida útil.
Ya son varios los países europeos que alcanzan los objetivos de reciclaje, reutilización y recuperación del 95% como, por ejemplo, Alemania. En este caso, se ha dedicado mucho tiempo y recursos para definir un proceso que asegure que los materiales valiosos son recuperados y que la infraestructura es capaz de cumplir, sin problemas, con el objetivo del 95%. Otros países europeos también confían en lograrlo invirtiendo en centrales de ciclo combinado como sistemas de recuperación de energía.
La introducción de la Directiva revisada de VFU ofrece múltiples ventajas, tales como reducir el volumen de residuos enviados a depósito controlado, hacer hincapié en la importancia de la recuperación y, posiblemente, incrementar la inversión en centrales de ciclo combinado.
Actualmente en España, solo una pequeña parte de los residuos de fragmentadora son destinados a valorización energética, vía sustitución de combustible en las plantas cementeras; pero dada la profunda crisis del sector de la construcción se necesitan más alternativas para conseguir valorizar al máximo el resto de los residuos no reciclables. Por otro lado, en nuestro país las pocas incineradoras existentes están al máximo de su capacidad y no están preparadas para este tipo de residuos de alto poder calorífico.
Desde Tomra creemos que el Gobierno debería fomentar la recuperación de madera y plásticos de los VFU antes de que el material se lleve a depósito controlado, y al mismo tiempo proporcionar la ayuda para establecer plantas de generación de electricidad y calor que utilicen residuos de VFU para la generación de energía de forma eficiente y segura. Ambas medidas contribuirán a alcanzar los objetivos del 95%.
Por Judit Jansana, directora comercial para España y Portugal de Tomra Sorting Recycling