Revista
El centro tecnológico Eurecat ha probado con éxito nuevas tecnologías para la recuperación de materias primas estratégicas, como el litio, el níquel o el cobalto, presentes en diferentes tipos de residuos y subproductos, a fin de contribuir a garantizar el suministro, además de evitar el impacto ambiental que causa su extracción y ayudar a la descarbonización gracias a la economía circular.
Las materias primas críticas, que se denominan CRM por sus siglas en inglés (Critical Raw Materiales), “son materiales vitales para el desarrollo de la actividad económica, ya que se utilizan en la producción de una gran variedad de bienes y nuevas tecnologías en sectores como la automoción o las energías renovables”, destaca el director del Área de Sostenibilidad de Eurecat, Miquel Rovira.
“Estas materias se consideran críticas porque su suministro no siempre está garantizado, dado que son materiales escasos y es estratégico para Europa poder disponer más allá de su extracción, recuperándolos con tecnologías que contribuyan a la economía circular y la autonomía industrial”, señala.
Un ejemplo es el proyecto europeo Sea4Value, donde Eurecat ha participado en el desarrollo de un nuevo proceso para la recuperación de materiales y minerales de alto valor, como el litio o el magnesio, procedentes de los efluentes generados en las plantas de desalinización del agua del mar.
Estas tecnologías hacen más sostenible la desalinización al reducir el impacto negativo del concentrado hipersalino que generan y aprovechan parte de esta salmuera como una fuente sostenible para extraer los minerales que hay en los mares y océanos, y así obtener materias primas valiosas.
Eurecat ha coordinado también el proyecto europeo Salema, que ha trabajado en un modelo de economía circular utilizando restos y chatarra como fuente alternativa de materias primas críticas, así como su sustitución por elementos de aleación de aluminio para vehículos eléctricos.
También ha participado en el proyecto FREE4LIB, orientado al desarrollo de procesos tecnológicos sostenibles y eficientes para el reciclaje de baterías de iones de litio al final de su vida útil, en cuanto a su desmantelamiento, pretratamiento y recuperación de materiales.
Además, Eurecat ha testado y desarrollado nuevos procesos de hidrometalurgia sostenible, basados en el uso de reactivos y procesos de menor impacto ambiental y con un mejor retorno económico, para recuperar productos de valor y materias primas estratégicas, como litio, manganeso, níquel y cobalto, de residuos electrónicos y baterías.
También ha desarrollado un sistema de esferoidización con plasma de microondas para la recuperación de material en polvo o rechazo en procesos de fabricación, para volverlos a utilizar en la actividad industrial. Eurecat dispone, además, de una planta piloto que permite producir polvo personalizado bajo demanda, ya sea con materia prima de elevada pureza o a partir de residuos metálicos para su valorización.
De acuerdo con la Agencia internacional de energía, entre los años 2017 y 2022, la demanda de litio se triplicó, la de cobalto aumentó un 70 por ciento y la del níquel creció un 40 por ciento. Otros estudios apuntan que, en 2040, la demanda de litio será 15 veces superior a la de 2020 y la de níquel 2,5 veces mayor, en una dinámica que se prevé que se reproduzca también al cobre, el neodimio y otros minerales.
Según el último Circularity Gap Report, la economía mundial solo es circular en un 7,2 por ciento, un porcentaje que va empeorando a causa del incremento de la extracción y el uso de materiales. En este sentido, su último estudio anual calcula que en los últimos seis años se ha consumido más de medio billón de toneladas de materiales, casi tanto como en todo el siglo XX.