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AMDPress.- El comité de Babcock Borsig en Trapagaran (Bilbao) ha exigido a petición de ESK y LAB, una reunión para conocer el futuro de la empresa. Desde ESK y LAB han denunciado que UGT, CCOO y ELA tuvieron información previa, que no compartieron ni con el resto del comité ni con los trabajadores.
El futuro de la planta de Babcock Borsig en Trapagaran está en el aire. Ni la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ni la dirección de la multinacional germana, sumida en una suspensión de pagos, garantizan la salida adelante de la empresa. El comité de empresa exigió, a petición de LAB y ESK, una reunión con la dirección por la vía de urgencia para conocer la crítica situación y para realizar, de forma posterior, una asamblea de trabajadores.
Desde ESK y LAB se censuró a CCOO, UGT y ELA porque conocieron de forma previa la crítica situación y, sin embargo, la ocultaron al resto del comité y a la plantilla de 670 trabajadores. En este caso se dio el caso de que UGT convocó, por su cuenta, un paro de media hora al mediodía de ayer, 30 de septiembre, para protestar por la situación. LAB y ESK aseguraron que «no hemos decidido secundar ese paro, tampoco CCOO y ELA que en un principio dijeron que sí, porque primero tenemos que tener en nuestro poder la información oficial».
Además prueba de que la situación es crítica, aunque desde el Gobierno del PP se dijo a comienzos de mes de septiembre que los acuerdos de venta siguen vigentes, es que la compañía alemana ha propuesto a Juan Miguel Romeo en la dirección de la empresa. Romeo es «un experto en ajustes laborales», según denunciaron los sindicatos.