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El Gobierno regional “se volcará” para evitar el cierre de la empresa
AMDPress.- Los directivos de Global Steel Wire (GSW) se han reunido con el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, y le han transmitido que la decisión respecto al cierre de Trefilerías Quijano (TQ) es “inamovible”. Revilla, que calificó la reunión de “desoladora”, subrayó que el Gobierno “va a luchar con uñas y dientes” para evitar una solución “tan draconiana y drástica”, informa Europa Press.
En este sentido, el presidente cántabro destacó que entre el cierre de la fábrica de Los Corrales de Buelna y el mantenimiento de sus 240 empleos “puede haber una solución intermedia en la que el Gobierno estaría dispuesto a volcarse, no sólo por el mantenimiento de los puestos de trabajo, sino por lo que significa esta empresa en Cantabria y en el Valle de Buelna”.
Según explicó Revilla a la agencia de noticias, el director general de GSW, Ignacio Colmenares, le expuso que el grupo en su conjunto “va muy bien en Cantabria”, pero que el mantenimiento de TQ “pone en riesgo a todo el grupo”, ya que tiene “pérdidas de más de seis millones de euros anuales” y los costes laborales -que, según señaló, son de 42.000 euros por trabajador- son “insostenibles para un mercado en decadencia” como el del alambrón.
Desde el Gobierno se les ha hecho ver que esta decisión supone “un cambio radical” respecto a lo firmado hace dos años y que podrían perder las ayudas que el grupo ha recibido de la administración. En este sentido, Revilla explicó que no sólo “no les importa perder las ayudas” sino que han llegado a decir, sobre los 50.000 m2 que ocupa la factoría de TQ, que “lo regalamos si hace falta”.
El presidente regional declaró que el Gobierno “estaría dispuesto a hacer un esfuerzo adicional para apoyar otra producción” e incluso a intervenir, junto con el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, para “intentar flexibilizar” los costes laborales, "que, por otra parte, hay que reconocer que son altísimos”, dijo. “Aducen que es una plantilla mayor, cara y sobre una producción que está en declive, porque no hay mercado para ese producto (el alambrón)”, explicó Revilla, quien destacó que “quizás con una plantilla más barata”, podría tener viabilidad otra línea de producción.
En todo caso, Revilla ha pedido al director general de GSW que plantee “un nuevo escenario” en el Consejo de Administración, basándose en que el Gobierno “va a seguir apostando porque esta fábrica no se cierre”. Colmenares accedió a la petición del presidente, pero le manifestó que “su opinión personal es que esto es absolutamente irreversible”. “El Gobierno no se resigna a que esto sea definitivo e intentará hacer todo lo posible por que esta solución tan draconiana y drástica se pueda paliar en la medida de lo posible”, subrayó el presidente de Cantabria.
Según explicó, la dirección de GSW solicitó esta entrevista con el presidente de Cantabria “hace mes y pico”, para pedir una intervención del Gobierno en varias materias como el suministro eléctrico, la utilización de más espacio del puerto y la necesidad de vertederos para los residuos inertes de la factoría de Santander. Tras conocerse la intención de GSW de cerrar la fábrica corraliega, Revilla convocó a la reunión al consejero de Industria, Miguel Angel Pesquera, al director de la Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria (Sodercan) y al alcalde de Los Corrales, entre otros.
El consejero de Industria explicó que no hay ninguna nueva reunión a la vista con la dirección de GSW, ya que los representantes de la empresa “han manifestado claramente que es una decisión que les compete y que no quieren entrar en ningún otro tipo de consideración de tipo social o humano, ni dialogar para buscar otra alternativa” para Trefilerías Quijano.