Revista
AMDPress.- El consejero de Territorio y Vivienda de la Comunidad Valenciana, Rafael Blasco, ha afirmado que las siete desaladoras que el Gobierno construirá en esa región “suponen, entre canales y tuberías, cinco veces la longitud del trasvase del Ebro”. Blasco ha añadido que las desaladoras “afectarán de modo muy negativo a nuestros espacios naturales” y que “el plan carece de todos los requisitos de evaluación ambiental previstos, tanto por las directivas europeas como por la legislación estatal”.
Asimismo, el consejero de Territorio y Vivienda opinó que el ministerio “miente” cuando afirma que el agua desalada llegará a los puntos de consumo al mismo precio que la trasvasada —0,33 euros por metro cúbico— cuando la empresa y el propio ministerio reconocen que el coste del agua en la instalación almeriense de Carboneras es de 0,51 euros por metro cúbico. Rafael Blasco añadió que a ello se le sumaría el coste de elevar el agua y trasladarla a los puntos de consumo, con lo que el precio final del agua desalada nunca sería inferior a 0,8 euros por metro cúbico.
La Comunidad Valenciana asegura que la central de Carboneras necesita 250 kilómetros de conductos y canales para transportar 45 hectómetros cúbicos de agua, mientras que para transportar los 450 hectómetros cúbicos de agua previstos para la región levantina se necesitarían 2.500 kilómetros de canales y tuberías. A ello hay que agregar la renovación de las redes eléctricas y que las plantas desaladoras tienen un periodo de amortización de 10 años, mientras que su periodo de funcionamiento es de 15 años.