En su firme compromiso por conectar el ámbito académico con la realidad profesional, el grupo industrial Danobatgroup organizó un hackathon con el alumnado del Máster en Ingeniería Industrial de Tecnun, la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Navarra, para poner a prueba la creatividad, innovación y el trabajo en equipo de los futuros profesionales del sector.

La actividad contó con la participación de 53 estudiantes, divididos en 11 equipos, con el objetivo de resolver un reto técnico de manera autónoma en las instalaciones del partner tecnológico del grupo Ideko. 

Durante 90 minutos, los equipos trabajaron en plantear posibles mejoras en el diseño de una máquina-herramienta para optimizar su rendimiento. El desafío combinó el análisis técnico con la resolución de problemas prácticos y técnicos, ofreciendo a los y las jóvenes estudiantes la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos en clase, mientras ponían a prueba su creatividad.  

El equipo formado por Kimetz Burutaran, Ainoa Goñi, Iker Elizetxea, Alexander Pardo y Daniel Cornejo presentó la propuesta ganadora. Como premio, disfrutarán de un viaje a Frankfurt para visitar las plantas de Danobat-Overbeck y Bimatec Soraluce, filiales en Alemania de las cooperativas del grupo Danobat y Soraluce, respectivamente. Durante la estancia, tendrán la oportunidad de conocer en detalle el entorno industrial de ambas empresas y experimentar de cerca el día a día de los equipos locales que forman parte del grupo en este país.

El reto concluyó con las visitas a las instalaciones del centro tecnológico Ideko y la cooperativa Danobat.

Un formato novedoso 

La inclusión del formato del hackathon ha supuesto una novedad con respecto a las ediciones anteriores de estos premios enmarcados en el acuerdo que mantienen desde 2015 el grupo industrial y Tecnun con el objetivo de fortalecer los vínculos entre los ámbitos académico y profesional. 

A diferencia de los retos tradicionales, donde la evaluación recaía exclusivamente en el profesorado, en esta ocasión se ha optado por una experiencia más dinámica e interactiva. Los estudiantes han tenido plena libertad para desarrollar sus propuestas y presentarlas de la manera que consideraran más adecuada, permitiéndoles fomentar su creatividad, autonomía y trabajo en equipo.

Además, como parte de esta nueva dinámica, el alumnado también ha evaluado las presentaciones, aplicando los mismos criterios de calidad utilizados por el profesorado. Así, la evaluación final ha sido compartida, con un 50% de la puntuación determinada por el profesorado y el otro 50% por los y las estudiantes.